SORTENY, UN VALLE DE ORDINO PARA DESCUBRIR
Sorteny es un valle con una gran diversidad de hábitats y especias.
En esta exposición podrá ver imágenes de las flores y plantas más representativas del valle, así como algunas de las especies animales más emblemáticas como el urogallo, la perdiz blanca o la perdiz charla, la lagartija pallaresa o los rebecos entre otros . Si eres observador, puede tener una gran experiencia al visitar el valle.
RECORDE que está en un parque natural de fácil acceso, zona central de la Reserva de biosfera de Ordino. ¡¡Cuídelo y que lo disfrute!!


SORTENY UN VALLE HUMANIZADO
El valle de Sorteny conserva muchos rincones propios de un paisaje natural, pero en realidad es un valle altamente antropizado desde muy antiguo.
Un espacio donde la ganadería debió de instalarse hace entre 4 y 5000 años y actualmente todavía perdura. La ganadería, la explotación de la madera, la minería y la recolección de hierbas medicinales han sido las actividades humanas mejor representadas que han jugado un papel importante en el modelado del paisaje. Hoy sólo perdura la ganadería, como actividad tradicional.
El valle tuvo otra gran actividad desde principios del siglo XVII hasta mediados del XIX. Nos referimos a la minería del hierro. Desde el collado de los Meners, en la vertiente de Canillo y, puntualmente en el siglo XIX, desde la vertiente de Sorteny, se explotaba el mayor conjunto de minas del país, que bajaban el mineral en las fraguas del Puntal, del Serrat, de Ordino, de la Massana y de Encamp. Desde mayo a finales de octubre la minería generaba una gran actividad en el valle y se arreglaban los caminos para poder pasar con los encuentros y mulas que bajaban mineral y subían los alimentos por los mineros.
En Sorteny podemos localizar espacios agrícolas, sobre todo de prado de siega, aunque en algunos momentos de carestía/hambre se podrían plantar cereales e incluso en tiempos modernos, la patata. El valle también muy rico en plantas estuvo durante siglos un gran espacio de recogida de hierbas medicinales.
Vemos pues que en Sorteny, aunque carece de una población permanente, había llegado a tener una población temporal relativamente importante.


BREVE HISTORIA DE LA GANADERÍA EN SORTENY
No tenemos dataciones absolutas por este valle, pero al igual que en otros valles andorranos, la ganadería comienza durante el neolítico medio (5400-3900 AC). Durante la prehistoria, la romanidad e incluso en la edad media, una parte de la comunidad se trasladaba a la alta montaña con su ganado y un mínimo de utensilios para cocinar y cuidarse.
Desde el neolítico y hasta el fin de la edad media, llevan más ovejas que cabras y los bóvidos son minoría. Hacen quesos, que además de comerlos los intercambian por otros productos que no tienen.
A partir de época moderna vemos una especialización de la ganadería ovina. Los pequeños propietarios de rebaño dedican su rebaño a la producción de quesos en el marco familiar, mientras que los grandes ganaderos, agrupados en compañías, favorecen la producción de carne por las ciudades catalanas. Se delimitan grandes cercados que también facilitan la recogida de hierba destinada para las mulas que cobran mayor importancia a partir del siglo XVI. Los grupos humanos, probablemente familiares, que se trasladaban a la alta montaña, se reducen. A partir de ahora es el pastor, que actualmente llamamos vaquero, quien pasa el tiempo con el ganado.
A partir de finales del siglo XIX y durante el siglo XX, la vaca se impone, desaparece la mula y casi borra a la oveja. A partir del primer cuarto de siglo XXI, la oveja y el ganado equino aumentan discretamente y Andorra vuelve a comercializar quesos.


LOS ORRIS
En su origen el término proviene del latín Horreum que tiene un significado amplio, de granero, cabaña de pastor de piedra seca donde conservan la leche y los quesos.
En Ariège, en Andorra y también en la Cerdanya, el orri designa el conjunto de cabañas y estructuras que forman una explotación ganadera en los prados de montaña. A partir del siglo XIII, empezamos a descubrir en algunos documentos, el derecho de urriar, o de hacer pique en la alta montaña. Tenemos de la parroquia de Ordino, un texto de 1613, que literalmente dice "edificar y construir un orry, esto es cabaña y pleta, ordeñada, cubierto y todo lo demás que bien visto os hiciera hacer" ...
Una vez el ganado había terminado el tiempo diario de pasto, pastores y perros volvían el ganado al orri. Allí a menudo separaban hembras lactantes o preñadas, más las crías del resto. Cuando era necesario hacer quesos se ordeñaban algunas hembras, se hervía la leche, se hacía fermentar y se preparaba la pasta que salía por hecho quesos. El orri tenía una cabaña específica, una fresquera para los quesos, que de vez en cuando se bajaban al pueblo.
La construcción de la totalidad del orri se hace con la técnica de la piedra seca, por tanto, sin ningún tipo de mortero o tierra. En función de las necesidades el orri cambiaba de forma. Por esta razón, en un mismo lugar encontramos restos de diferentes épocas.
Los orris se sitúan en espacios ligeramente marginales, a menudo próximos a los canchales, donde encontrarán la materia prima para construirlos.
Fíjese en los restos arqueológicos de los pasillos creados por los pastores para clasificar el ganado y ordeñarlo.

1- La cabaña de los pastores. Aquí los pastores dormían, cocinaban. Por tanto, tenían un espacio para el lecho de paja para dormir y un espacio para el fuego. Algunas tienen espacio de almacenamiento.
2- La ordeñadora. Son pasillos realizados en muros de piedra seca que servían también para clasificar el ganado. Con el ganado apretado, al pastor le era más fácil ordeñar las ovejas.
3- La cabaña de los quesos, donde después de hervir y fermentar la leche, la pasta se dejaba en las queseras de madera, que actuaban como molde y se dejaban que terminaran la fermentación y empezara la curación.
4- El pleito. Se trata de un recinto creado con muros de piedra seca, lo suficientemente altos para que el ganado no pueda saltar. Allí se dejaba el ganado toda la noche hasta que el pastor iniciaba un nuevo día de pasto.
5- El corralito - Algunas veces encontramos separado un corralito por el ganado no reproductor. También se puede encontrar un gallinero o un espacio cubierto por los perros.


LAS MINAS DE LA COLLADA DE LOS MENEROS
En el collado de los Meners se puede ver una parte del camino que utilizaban mineros y arrieros para trasladar el mineral de hierro hacia las fraguas.
Las bocas de mina no se ven, están cubiertas por la propia erosión de la montaña. Toda esta zona, aunque no se puede ver es un gran gruyere, lleno de galerías. Por cuestiones de seguridad no se pueden visitar.
En la imagen, puede ver la situación de algunas de las bocas de mina, que actualmente no se pueden ver.
En la otra imagen puede ver una de las bocas de mina. Es el conjunto de minas más importante del Principado. Funcionaron desde 1625 hasta 1862. El mineral iba a las fraguas del Puntal, Serrat, Ordino, La Massana y Encamp. De allí se hacían lingotes que se distribuían por toda Cataluña y Andorra.